
Hoy es 8 de diciembre. Un día como este, mataron a un poeta, a un reflejo de nuestra necesidad de gritar, un reflejo de nuestra necesidad de paz.
No sé a ustedes (si es que hay “ustedes” en este blog”) pero para mí, los Beatles fueron una pieza fundamental en mi desarrollo como persona. Desde que descubrí como amarlos, su música fue, es y será siempre una gran compañía en mi vida.
Y qué decir de cada uno de sus integrantes. Paul no eran los Beatles, George no eran los Beatles, los Beatles son los Beatles. Pero, si he de destacar a un integrante, ese seria John Lennon…
No, no lo venero como a un dios. Fue humano, y tuvo muchos, muchísimos errores como tal. Pero si destaco su gran participación como poeta en el ámbito de la música, toda la escuela que dejo, y, por sobre todo, el mensaje de paz que plasmo en la mayoría de sus letras. Ustedes podrán decir que era un soñador, pero no era el único.
Pasaron 30 años de su muerte, el mundo parece que jamás escucho su mensaje. Seguimos en una constante involución. Hoy, una persona es el mensajero, es una figura que representa nuestra necesidad de verdad y libertad. Y hoy, 8 de diciembre… los gobiernos del mundo desean su muerte. Hoy está preso… mañana, puede que esté muerto.
No dejemos que los “medios” que se suponen “libres” para la libertad de expresión, nos metan ideas de un patético sentimiento de bienestar. Seamos críticos, nunca callemos.