Cuando besé a la novia de mi hermano (ultima parte)

Primera parte aquí
Segunda parte aquí
Tercera parte aquí

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Este último capítulo de mi vida junto a Camila se ha ido borrando poco a poco. Nuestras vidas se unieron de una forma muy rara, la capacidad que tenia para que todos los días fueran diferentes y extravagantes me sorprendía mucho. Nunca pudimos llevar una rutina cotidiana, éramos dos personas despreocupadas de la vida.

Me regalo muchos libros de poesía, Camila podía pasar horas leyendo poesía de diferentes autores. A mí nunca me llamo mucho la atención la poesía pero ella me enseño a apreciarla. Había semanas enteras que no entrábamos a la escuela y nos íbamos a recorrer la ciudad. Tan solo caminar por las calles del centro o ir a explorar lugares que uno no se imagina en esta ciudad.

Encontramos cascadas y un río atravesando un bosque no tan alejado de la ciudad, Cabañas en medio de un campo verde rodeado por pinos gigantes a 30 minutos de nuestras casas. Vaya, caminando y explorando encontramos muchas cosas, unas no tan agradables que otras.

Rara fue la ocasión que salimos con alguien más, era como poner un ingrediente de mas a una receta ya equilibrada. Puede ser que nos alejamos de esta realidad por mucho tiempo, quien sabe que hubiera sido de nosotros si hubiéramos seguido por siempre en ese estado, quiero imaginar que hubiera sido perfecto por siempre

Felicidad, todo fue así hasta que tuvimos que separarnos unos días. Mi memoria me falla mucho, no me acuerdo por que paso esto. Y a decir verdad, no pongo mucho esfuerzo en recordar el por que. Si lo hiciera podría cargar con una culpa que creo imposible poder soportar.

En esos días que estuvimos separados, alguien borro la sonrisa Camila… fue como extraer todos los componentes que hacen a una persona de un día para otro. Fue abusada por unos sujetos. Unas personas que mataron por dentro a un ser único en la especie humana.

Trato de recordar, pero todo es como una neblina que borro esas memorias…

Cuando recibí la llamada de sus padres sentí como el mundo de fantasía en el que habitaba se desgarraba con cada paso que daba al correr. Fueron los minutos más largos de mi vida. Corrí a casa de sus padres, no deje de correr… La lluvia azotaba violentamente contra mi cara, no se por que quería sufrir

Al llegar a su casa sus padres me contaron toda la historia, al menos la que ellos conocían. Esa casa de colores dejo de ser la alegre casa que un día conocí, se volvió sombría y triste.

Pasaron los días, Camila no hablaba, Camila no se levantaba de su cama, Camila no comía, Camila parecía un ser muerto en vida.

Un día, Camila volvió a hablar, volvió a tener conciencia. Descubrimos que Camila estaba embarazada.

Un Rotter aun mas joven no le importo eso, el iba a dejar todo por ella. Iba a querer ese hijo como uno suyo y se comprometió con una joven Camila.

Camila ya no sonreía como antes, su sonrisa era lo poco que pudo quedar de esa alegría.

Me cuesta mucho recordar este tiempo. Camila parecía recuperarse, mientras pasaban los días, parecía recobrar esas fuerzas para levantarse y seguir viviendo. Pero nunca la pude volver a sentir completa. Sin duda murió una gran parte de ella.

Cuando parecía que todo estaba en la “normalidad” algo en mi no dejaba de temblar, vivía con un sentimiento de terror y no era el hecho del compromiso, era otra cosa, no podía estar tranquilo.

Dicen que en ocasiones, hay personas que hacen un lazo muy fuerte entre ellas. Tanto que pueden sentir como se siente el otro, o hasta saber cuando no se encuentran bien aunque no estén juntos.

Una noche, al dormir, soñé con Camila. Soñé cuando la vi por primera vez en la casa, como tenia sentimientos encontrados, como empezamos a conocernos… también podía ver en sus ojos, como ella me veía, qué era lo que sentía. Fue un sueño largo, muy largo. Soñé casi todos nuestros momentos juntos, era sorprendente descubrir su forma de pensar, su forma de sentir, era… único.

Cuando me di cuenta, estaba Camila a mi lado en el sueño, era la Camila de antes, con su alegría intacta, con su misma sonrisa de siempre. Repitió las palabras que un día me dijo en mi cuarto, cuando fumaba un cigarrillo desnuda en mi cama. Esas palabras que son la única cosa que parecen grabadas con fuego en mi cabeza. Después, sonrío…

Camila se quito la vida esa noche, una noche muy fría, una noche con lluvia.

Después de eso, una parte de mi murió, es como sentir un hueco dentro de uno. A partir de aquí no tengo memoria. Pase alrededor de un año sin salir de casa. Encerrado en mi cárcel.

El tiempo ha pasado, por fin puedo recordar a Camila con una sonrisa. Por fin deje morir a Camila en paz.