15 de abril de 2009

¿Libertad?




No puedo dejar de sudar, mi adrenalina aumenta cuando la banda anterior se despide.
Agarro mi guitarra, la vuelvo a afinar aunque es la décima vez que lo hago en 10 minutos. Tomo mi pedal de efectos que me compre de rebaja en una tienda de música no muy confiable y volteo a ver a los demás, nuestras miradas se encuentran y nuestro líder nos dice “ya llegamos hasta aquí, no hay tiempo para volver, vamos a demostrarles quienes son los mejores y toquen como si su vida dependiera de cada nota”

Empiezan los gritos…

Empezamos a subir las escaleras para llegar al escenario y las luces rojas me pegan de lleno en la cara, entro en un estado donde apenas es audible el público, todos los gritos se opacan, los movimientos se hacen en cámara lenta mientras conectamos el equipo, no hay momento para hacer prueba de sonido así que no puedo fallar.

Estamos en nuestros lugares, yo me quedo a la extrema derecha, un poco atrás del bajista por que ahí esta el monitor y escucho mejor mi guitarra.

Empieza la batería con un ritmo lento, los gritos se hacen exagerados, vuelvo a la realidad, se terminan mis pensamientos, me tengo que involucrar completamente con la música. La batería va aumentando el poder y la velocidad, la gente empieza a volverse loca, toco un acorde grave y largo mientras la otra guitarra toca una nota muy aguda, el bajo empieza agarrar el ritmo del bombo y silencio…

Un grito, el vocalista da el primer grito de la noche, un grito que demuestra lo duro que fue llegar hasta aquí. Mis nervios desaparecen, mis sentidos se agudizan, se escucha un estallido y todos empezamos a tocar nuestra primera canción, la primera que creamos y la que nos ha sacado adelante.

Mis manos se mueven a voluntad e impregno todo este sentimiento reprimido, todo este entupido dolor que he cargado por años y por fin puedo expresarlo con esta extensión de mi brazo.

Libre… por fin libres, solo aquí podemos ser libres.

2 comentarios:

Sachery Guevara dijo...

aaaay, debe ser increible sentir la adrenalina en esos momentos.

Rotter dijo...

si, la verdad es que si
se siente mega cabron