Días felices I
Parecía vida sacada de una película. Sentimientos de gozo, relajación, cambios de personalidad, alegría.
¿Coincidencias? Si, la vida es una telaraña, una gran telaraña que se intercala con un sin numero de telarañas. Todas nos dejan marca.
Yo vivía solo, tenía unos meses de mudarme. ¡Por fin libertad! Fumaba todo el día en mi cuarto, podía poner mis películas pornográficas a todo volumen sin preocuparme, podía invitar a dormir a la gente que yo quisiera y sin interrupciones. ¡Ho! hermosa libertad.
¿Compromisos? No, ninguno, a decir verdad, el 95% de mujeres me dan una flojera inimaginable y no solo mujeres, también hombres. Vaya, la gente me desagrada.
Mi vida se podía describir como “sencilla” no me preocupaba el futuro, vivía día con día. Trabajaba en una empresa que no pagaba mal, no tenia contacto con la gente y mis únicos amigos siempre estaban ahí. Nos reuníamos los tres cada fin de semana, platicábamos de las cosas más estupidas mientras bebíamos cerveza. Mi amigo se llama Diego, mi amiga se llamaba Teresa.
Teníamos una especie de relación, siempre estábamos juntos, no teníamos mas amigos.
Por el dinero nunca me preocupe, tampoco por mi departamento mugroso. No me importaba no tener novia ni una vida social aceptable
Si, mi vida, a mi forma de ver, era tranquila. Siempre la sentí vacía, ¿pero quien no la siente así? Nadie es feliz, eso es imposible.
Hasta que llego Julieta…
Continuara….
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